miércoles, 2 de octubre de 2019

JOSÉ JOSÉ Y LA INMORTALIDAD

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Y en el caso de este gran cantante, tome en cuenta que personifica plenamente al mexicano:con todos sus defectos y virtudes!
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LOS ÍDOLOS SON COMO LAS PIEDRAS QUE HALLAN LOS ARQUEÓLOGOS, IMPERECEDEROS E INMORALES. TODA PIEDRA ES VIVA, ETERNAMENTE!
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JOSÉ JOSÉ ES UN INMORTAL CUYA VOZ SE REPRODUCE Y SE ESCUCHARÁ SIN IMPORTAR EL MEDIO, SIEMPRE!
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EN BUSCA DE LA INMORTALIDAD, no es una inmoralidad: es altamente ético!
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Siguiendo una reflexión de Hannah Arendt sobre la teleología humana, son dos los modos principales en que la cultura clásica griega dio expresión duradera a la búsqueda de inmortalidad humana; dos modos que se encuentran en diversos contextos culturales a lo largo de la historia. Son: la inmortalidad de la vida humana, y la inmortalidad del “yo” humano . Como es lógico, cada una de estas comprensiones va emparejada con un modo específico de plantear la muerte.
La inmortalida...
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La muerte se impone en la vida del hombre. Querer esquivarla equivaldría sencillamente a una falta de realismo. Nada tan cierto como la muerte, dijo Séneca Y san Agustín: «todo es incierto; sólo la muerte es cierta» «En este mundo nada es cierto, menos la muerte y los impuestos», escribía el estadista estadounidense Benjamin Franklin, pocos meses antes de su propio tránsito
Pero a pesar de esta certeza y de la universalidad fáctica de la muerte humana, han sido muchos los mo...
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Siguiendo una reflexión de Hannah Arendt sobre la teleología humana, son dos los modos principales en que la cultura clásica griega dio expresión duradera a la búsqueda de inmortalidad humana; dos modos que se encuentran en diversos contextos culturales a lo largo de la historia. Son: la inmortalidad de la vida humana, y la inmortalidad del “yo” humano . Como es lógico, cada una de estas comprensiones va emparejada con un modo específico de plantear la muerte.
La inmortalidad de la vida humana:
El hombre espontáneamente entiende y explica el anhelo profundo de perdurar para siempre como una inmortalidad, por así decirlo, “de su vida”, esto es, como una permanencia en la memoria del pueblo de las grandes obras y nobles hazañas que llevó a cabo en la tierra. En otras palabras, lo que perdura del hombre es la fama, la gloria de sus obras, el nombre: el heroísmo en el campo de batalla, las obras artísticas o arquitectónicas de las que se hizo responsable, los hijos y las riquezas que poseía y dejó en herencia. Lo cual queda bien expresado en el verso heroico de Homero (gracias a él los grandes héroes de Troya, Patroclo, Ayax, Ulises, continúan presentes en la consideración de la humanidad) y Ovidio, así como los escritos de Herodoto (quien escribió sus Historias con la finalidad explícita de asegurar que las grandes gestas de los hombres no caigan en el olvido, sino que se inmortalicen), Tucídides y otros. El teatro trágico de Eurípides, Sófocles y Hesiodo confirman lo mismo en dirección contraria
«La muerte es algo terrible para aquellos para quienes con la vida se extingue todo», decía Cicerón. «Pero no lo es», añadía, «para los que no pueden morir en la estima de los hombres»
El hombre desea que todo lo que en la tierra le llenaba el corazón de entusiasmo y sano orgullo, pueda perdurar para siempre en la memoria de su pueblo, de su gente. Por esta razón, el órgano de la memoria colectiva del griego es la ciudad, la polis, y su agente es el poeta, el artista y el escultor. Particular interés tiene el discurso fúnebre que Tucídides recoge de Pericles, el gobernador de Atenas, quien describió esa ciudad como el lugar de la memoria y de la inmortalidad del pueblo [
Se considera la polis sobre todo como el lugar donde se guarda memoria, es decir, como el fundamento de la inmortalidad. Profundamente marcados por la experiencia gloriosa de la primera guerra persa y especialmente de la batalla de Maratón, inmortalizada en los frescos de la Plaza del Mercado, los atenienses sabían bien lo que Pericles quería expresar cuando afirmaba que ningún ateniense que realizase gestas grandiosas sería olvidado. La fugacidad de la vida humana se vence inscribiéndola en un soporte duradero y seguro. La polis griega —Atenas— es, más aún que los poemas épicos, el soporte adecuado para la inmortalidad.
Esta visión de la inmortalidad, que mueve al hombre a dedicar sus mejores energías a la búsqueda de la felicidad y del éxito en medio de los vaivenes de la historia, es compartida por una gran variedad de autores y sistemas a lo largo de la historia. E influye directamente sobre el modo de comprender la muerte. Epicuro decía: «La muerte no es nada para nosotros, pues cuando nosotros existimos, la muerte no existe todavía; cuando hay muerte ya no existimos nosotros» [Carta a Meneceo,
Lo mismo los estoicos. Solón decía: «No llames a ningún hombre feliz hasta que muera; en el mejor de los casos, es afortunado.
Vuelve a hacerse presente también en el marxismo humanista entre los existencialistas nihilistas.Resulta contradictorio pero hasta ellos hablaban de trascender después de la muerte!!!
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  • Livingston Vaught Inmortales en las artes, en la cultura, en la historia, en le memoria colectiva de la humanidad!
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